sábado, 21 de novembro de 2009

Puedo escribir los versos más tristes esta noche...


Puedo escribir los versos más tristes esta noche


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,


y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."


El viento de la noche gira en el cielo y canta.


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Yo la quise, y a veces ella también me quiso.


En las noches como esta la tuve entre mis brazos.


La besé tantas veces bajo el cielo infinito.


Ella me quiso, a veces yo también la quería.


Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.


Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.


Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.


Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.


La noche esta estrellada y ella no está conmigo.


Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.


Mi alma no se contenta con haberla perdido.


Como para acercarla mi mirada la busca.


Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.


La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.


Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.


Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.


Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.


De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.


Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.


Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.


Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.


Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,


mi alma no se contenta con haberla perdido.


Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,


y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.






(Pablo Neruda)

domingo, 15 de novembro de 2009

A mis obligaciones

Cumpliendo con mi oficio piedra con piedra, pluma a pluma, pasa el invierno y deja sitios abandonados, habitaciones muertas: yo trabajo y trabajo, debo substituir tantos olvidos, llenar de pan las tinieblas, fundar otra vez la esperanza. No es para mí sino el polvo, la lluvia cruel de la estación, no me reservo nada sino todo el espacio y allí trabajar, trabajar, manifestar la primavera. A todos tengo que dar algo cada semana y cada día, un regalo de color azul, un pétalo frío del bosque, y ya de mañana estoy vivo mientras los otros se sumergen en la pereza, en el amor, yo estoy limpiando mi campana, mi corazón, mis herramientas. Tengo rocío para todos. (Pablo Neruda)